Sentimiento de culpa como superarlo

Sentimiento de culpa como superarlo

cómo liberarse de la culpa

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La culpa es una emoción moral que se produce cuando una persona cree o se da cuenta -de forma precisa o no- de que ha comprometido sus propias normas de conducta o ha violado las normas morales universales y tiene una responsabilidad significativa por esa violación[1].
La culpa y sus causas, ventajas y desventajas asociadas son temas comunes en psicología y psiquiatría. Tanto en el lenguaje especializado como en el ordinario, la culpa es un estado afectivo en el que se experimenta un conflicto por haber hecho algo que se cree que no se debería haber hecho (o a la inversa, por no haber hecho algo que se cree que se debería haber hecho). Da lugar a un sentimiento que no desaparece fácilmente, impulsado por la “conciencia”. Sigmund Freud lo describió como el resultado de una lucha entre el ego y el superego: la impronta de los padres. Freud rechazó el papel de Dios como castigador en tiempos de enfermedad o premiador en tiempos de bienestar. Al mismo tiempo que eliminaba una fuente de culpa de los pacientes, describía otra. Esta era la fuerza inconsciente dentro del individuo que contribuía a la enfermedad, Freud de hecho llegó a considerar “el obstáculo de un sentimiento de culpa inconsciente… como el más poderoso de todos los obstáculos para la recuperación”[3] Para su explicador posterior, Lacan, la culpa era la compañera inevitable del sujeto significante que reconocía la normalidad en la forma del orden Simbólico[4].

la culpa excesiva está relacionada con

El sentimiento de culpa puede ser legítimo: puede que hayas cometido un error y te arrepientas de tus palabras o acciones, lo que te hace sentirte culpable. Sin embargo, hay ocasiones en las que los sentimientos de culpa son injustificados: puede que hayas asumido la culpa por algo que no hiciste o por algo que hiciste que no era realmente malo.
La depresión, la baja autoestima, las autolesiones y las relaciones tensas son sólo algunos de los posibles resultados de vivir con culpa durante mucho tiempo. Para mantener una buena salud mental, es importante reconocer los sentimientos de culpa y trabajar para perdonarse a sí mismo.
Los signos de que la culpa te está agobiando pueden incluir el sentimiento de indignidad, estar paralizado por el pasado, tener asuntos sin resolver, luchar por perdonarte a ti mismo, actuar a la defensiva y distante, y sentir miedo de volver a intentarlo. Para vivir una vida plena, debes dejar de lado tus errores del pasado.
El primer paso: Comprobar la realidad. La comprobación de la realidad es un primer paso importante hacia el autoperdón. La culpa puede distorsionar tu percepción de ti mismo, tus situaciones y tu visión de los demás. Antes de poder eliminar esa culpa, debes determinar primero si tu culpa es válida. ¿Eres realmente responsable de lo que ha ocurrido? ¿Tiene sentido lógico que te sientas tan mal por la situación? Preguntas como éstas te ayudan a determinar si tiene sentido que te sientas culpable.

cómo dejar de sentirse mal por los demás

Cindy Saleeby Goulding, M.S., LPC, es una consejera conductual licenciada y entrenadora personal. Le apasiona compartir enfoques holísticos para el bienestar y es la autora de Healthy Weight: It’s a Family Affair.
Sentirse culpable puede ser tóxico para el cuerpo, la mente y el espíritu. Nos impide experimentar el crecimiento y la transformación y puede mantenernos atascados en el pasado. Por supuesto, sentirse culpable por algo que hiciste y que fue perjudicial para otra persona puede ser útil, ya que puede darte la información necesaria para enmendar tu error. Pero cuando el sentimiento de culpa se desencadena por la percepción de lo que otros pueden pensar, o por lo que creemos que “deberíamos” hacer, puede ser perjudicial. He aquí cinco estrategias para superar el sentimiento de culpa si sospechas que te está frenando:
Centrarse en el “debería hacer esto” o “debería haber hecho aquello” te predispone a ser autocrítico. Cuando “deberías” a ti mismo, te estás juzgando. Cuando te juzgas a ti mismo, estás limitando todo tu potencial para crecer y pensar abiertamente.No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender de él y utilizar esas experiencias como herramientas para el cambio. En lugar de quedarte atrapado en los “debería”, piensa en las formas en que puedes aprender a ajustar tu forma de pensar. Empieza por dejar de lado los pensamientos que quizá ni siquiera te beneficien. ¿Dónde se han desarrollado esos pensamientos? ¿Qué puedes hacer o decir para desafiar esos pensamientos?

a qué órgano afecta la culpa

No es fácil no hacer nada. Se podría pensar que lo es, pero no lo es. Una de las razones es que nuestras acciones tienen valor de producción. Pueden hacernos ganar dinero o sentirnos bien, con la esperanza de convertirnos en una mejor persona. Y tenemos un límite de tiempo, sólo 80 y pico años para “vivir nuestra mejor vida”, así que ¿por qué pasar ese tiempo bebiendo té en el sofá o mirando por la ventana? Porque es liberador. Hacer algo que no tiene ningún resultado útil -lo que los holandeses llaman niksen (o “niks”)- no sólo es liberador; puede incluso cambiar tu perspectiva de la vida. Celebro este estilo de vida en mi nuevo libro, The Lost Art of Doing Nothing: How the Dutch Unwind with Niksen (El arte perdido de no hacer nada: cómo los holandeses se relajan con el niksen), pero sé que puede resultar intimidante. Lo maravilloso del niksen es que siempre estás a un paso de no hacer nada. Tu primer paso de bebé es hacer que el no hacer nada sea un evento pequeño y tratar de no pensar demasiado en ello. Deja lo que estás haciendo y ya está. No utilices un temporizador, simplemente intenta superar la necesidad de levantarte y regar las plantas que de repente parecen extremadamente secas. Es un alivio y no una tarea.